El aceite de pescado puede regular los lípidos en la sangre, prevenir la coagulación de la sangre, prevenir la agregación de plaquetas, prevenir la trombosis, retrasar la formación de placas ateroscleróticas y tiene diversas aplicaciones cardiovasculares y cerebrovasculares. Sin embargo, debido a que los metabolitos del aceite de pescado son metabolizados por el hígado cuando se reducen los lípidos en la sangre, lo que aumenta la carga sobre el hígado, el hígado de los ancianos es más susceptible al daño.
Tomar aceite de pescado y lecitina juntos puede proteger el hígado del daño. La combinación de los dos puede lograr un efecto multiplicador.
Paso 1: Disuelva los desechos en el cuerpo
El aceite de pescado puede disolver y separar el exceso de colesterol y otras basuras en el sistema cardiovascular y cerebrovascular. Por lo tanto, el aceite de pescado tiene el título de "limpiador vascular".
Paso 2: Transporte de desechos corporales
Una vez que los desechos se disuelven y separan, deben transportarse a la planta de incineración de desechos, el hígado. En este momento, llega a la casa de la lecitina "buen ayudante".
La lecitina puede emulsionar y descomponer el aceite, mejorar la circulación sanguínea, mejorar los lípidos séricos, eliminar los peróxidos, reducir el colesterol en la sangre y el contenido de grasa neutral, reducir el tiempo de retención de la grasa en la pared interna de los vasos sanguíneos, promover la disipación de las placas ateroscleróticas, prevenir la íntima vascular. daño causado por el colesterol.
Este proceso, en general, puede entenderse como que la lecitina juega el papel de un "camión de basura" para ayudar a transportar la basura.
Paso 3: mejorar la función hepática
No basta con transportar toda la "basura" al hígado. El hígado también necesita procesar los desechos y metabolizarlos. Este proceso será una carga para las personas con función hepática deficiente.
En este momento, la lecitina puede promover la excreción de bilis y mejorar el metabolismo del colesterol en el hígado, protegiendo así al hígado.
¡Se puede entender que la lecitina no solo asumió el papel de "transportador de basura", sino que también sirvió una vez como un "trabajador de mantenimiento del hígado"!